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| Cabo San Pablo |
Me despido segundo a segundo un poquito mas de mi tierra cuna. Esta tierra que me vio nacer y crecer. Que me enseño, golpeo y abrazo cuando llore. Cada día que pasa la miro con los ojos entre cerrados y abiertos y le sonrío. Agradezco.
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| Atardecer desde casa |
Gracias tierra
fogosa, gracias tierra del sur. Espero que cuando vuelva sigas tan o mas
hermosa que hoy. Espero que mis hermanos del fuego hayan aprendido a quererte y
cuidarte más. Que te valoren como valoran sus autos y televisores y esas cosas
que mañana no les devolverán ni la mitad que vos nos das…
Siempre que
me voy…cargo con la sensación de que no te disfrute lo suficiente, que no te viví
tanto como hubiera querido…pero hoy puedo decirte que me voy tranquila,
sonriendo y sabiendo que este lazo que nos une esta cada vez más fuerte.
Ushuaia, tus amaneceres y atardeceres los voy a llevar conmigo a cada punto del
mundo que vaya. Tus olores después de una lluvia intensa en el bosque…AAAAAAAAAAAAH
que rico, conmigo siempre! Ese viento que te sostiene aunque estés cayendo al
piso, la fuerza de tu mar calmo, el frío de tu cálida nieve!!!
Ushuaia me
das tanto!
Espero que
el día que vuelva traiga conmigo un almita nueva para que conozcas y conecte
con vos lo q conectaste con nosotros.
Gracias
tierra madre, gracias Ushuaia querida. Pronto nos volveremos a ver J
Dicen por ahí, que el hombre se acostumbra... También, que a veces a causa de esa costumbre, el hombre es indiferente hacia aquéllas cosas que lo mantienen vivo, que lo completan y lo impulsan a ser feliz. El hombre, animal hoy inconcluso, más tiene y menos necesita de sus relaciones. Incluso, el hombre ha perdido la capacidad de encontrar la belleza, en las cosas más simples, que oh parodia, son las más cercanas. Ha perdido el sentido, la cercanía de su propio corazón, ha postergado su capacidad de amar. Me pregunto, que sería de la vida sin sonrisas, o un cielo sin estrellas, vivir sin amar el calor de la vida, o perderse por caminar sin compañía... Entonces caigo en la cuenta, de que todo lo que necesito está acá conmigo. Que somos hombres y mujeres encontrándonos en el milagro de la vida. Que nada ni nadie puede separar lo divino del amor fraternal y que en ese encuentro ni segundos, años o siglos pueden hacer que nos perdamos en soledad. El amor nace para encontrar su epicentro en cada uno de nosotros, y vivirá por siempre, aquí, allá y en todo lugar... Dicen que el hombre que camina buscando su rumbo, es el que se acerca a la felicidad. También, que eso lo hace valiente, en tanto es capaz de correr riesgos, apostando su vida y sus anhelos. Dicen que hay un hombre y una mujer preparándose para volar alto; y que están buscando el cielo, siguiendo su estrella, para para ser felices. Dicen que parten para encontrar su lugar en el mundo. Eso y otras cosas más cuenta la leyenda, la historia, el amor vivo capaz de crecer. Todo irá muy bien...
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